Josue Benjamin: Con 15 Años y una Visión Gigante Honra al «Santo de los Pobres»

En un gesto de profunda devoción y sorprendente ambición artística, el joven venezolano Josue Benjamin, con tan solo 15 años, ha emprendido un proyecto escultórico de proporciones épicas: la que aspira a ser la escultura más grande del mundo dedicada al venerable Dr. José Gregorio Hernández.

A través de un video publicado en sus redes sociales, el adolescente escultor ha revelado los avances de su monumental obra, una representación del médico y figura religiosa venezolana conocida cariñosamente como «el santo de los pobres». Con una mezcla de humildad y determinación, Josue Benjamin no solo muestra su talento en ciernes, sino que también hace un llamado a la comunidad para ser parte de esta significativa iniciativa.

«Estoy creando la escultura de José Gregorio Hernández más grande del mundo. Pero para terminar necesito de tu apoyo», expresó el joven artista en su video, invitando a los venezolanos a comentar en qué rincón del país les gustaría ver erigirse una obra de esta magnitud y a compartir su proyecto en las redes sociales.

Este anuncio llega en un momento particularmente significativo para los devotos de José Gregorio Hernández. El cardenal Baltazar Porras, arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Caracas, anticipó a principios de marzo que la tan esperada canonización del médico venezolano podría concretarse entre septiembre y octubre del presente año.

Un niño con un talento excepcional

En declaraciones a El Impulso, el cardenal Porras señaló que, si bien la fecha exacta aún está por definirse debido a formalidades vaticanas, la voluntad del Papa Francisco es clara en realizar las canonizaciones de manera colectiva durante este año jubilar, exceptuando la del beato Carlo Acutis. «Saldrán varias y de diversos continentes los que estarán en estas canonizaciones», añadió el cardenal, alimentando la esperanza de un pronto reconocimiento oficial de la santidad de José Gregorio Hernández.

La iniciativa de Josue Benjamin no solo resalta el fervor religioso que aún inspira la figura del médico trujillano, sino que también pone de manifiesto el talento emergente de la juventud venezolana. Su proyecto, que busca trascender lo artístico para convertirse en un símbolo de fe y unidad nacional, resuena con la inminente canonización y ofrece una oportunidad tangible para que los venezolanos se conecten de una manera única con su futuro santo.

La pregunta ahora recae en dónde se alzará esta colosal muestra de devoción y arte. La convocatoria de Josue Benjamin ha abierto un debate lleno de posibilidades, invitando a cada rincón de Venezuela a soñar con ser el hogar de este monumento que celebrará la vida y el legado de un hombre que dedicó su existencia al servicio de los más necesitados. La visión de este joven escultor, impulsada por la fe y el deseo de honrar a un ícono nacional, promete ser un hito en la historia del arte y la devoción venezolana.

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