La Carreta de la Miel: El emprendimiento de un economista que se convirtió en apicultor apasionado
San Antonio de los Altos, Venezuela —Lo que comenzó como un pasatiempo hace 30 años se ha transformado en un proyecto de vida y un negocio próspero para Antonio José Rojas, un economista que encontró su verdadera vocación en el fascinante mundo de la apicultura. Su emprendimiento, La Carreta de la Miel, y su marca Apicultura ABJ, se han consolidado como un referente para la producción y difusión de la miel y sus derivados en Venezuela.
Desde hace 18 años, el apiario y centro de ventas de Rojas, ubicado en la carretera panamericana de San Antonio de los Altos, en el centro comercial Club de Campo, se ha convertido en un punto de referencia para los amantes de los productos naturales. Lo que inicialmente fue una promoción de una semana, se convirtió en una misión de vida: educar a las personas sobre los prodigios que la naturaleza ofrece a través de las abejas.

Más que un edulcorante: las propiedades milagrosas de la miel
Antonio Rojas, quien se ha formado de manera autodidacta en medicina natural y fisiología humana, afirma que la miel es mucho más que un simple endulzante. Al ser un monosacárido como la fructosa, no se desdobla en el organismo de la misma manera que los polisacáridos del azúcar de mesa, lo que la convierte en una opción más saludable. Entre sus múltiples propiedades, destaca que es un edulcorante natural, energético, vitamínico, mineralizante y con pH neutro. Su composición rica en carbohidratos, proteínas, enzimas, potasio, calcio, magnesio, selenio, hierro y vitaminas (A, C, E, B1, B2, B6) la convierte en un superalimento.
Además de la miel, el propóleo es uno de los productos estrella de su apiario. Rojas lo describe como «el máximo poder antibiótico» de la naturaleza, efectivo para combatir procesos bacterianos y microbianos. Su uso, tanto interno como externo, ha demostrado ser altamente eficaz en el tratamiento de afecciones como la helicobacter, gastritis, úlceras, dermatitis, quemaduras y acné, generando efectos terapéuticos más rápidos. Antonio Rojas resalta que el propóleo fue el principio activo que los antiguos egipcios utilizaban para los procesos de momificación, lo que evidencia su poder conservante y curativo.

Autenticidad y pasión por el conocimiento
En un mercado a menudo inundado de productos adulterados, Rojas enfatiza que la pureza de la miel solo puede ser verificada a través de estudios bioquímicos o por el paladar de un experto. Explica que cada miel es única y su sabor varía según el origen botánico. Además, aclara que la formación de anillos en la botella y la cristalización del producto son signos de su autenticidad. En Venezuela, las normativas COVENIN exigen que las etiquetas de los productos de miel indiquen que puede cristalizarse, un proceso natural que la miel recupera al ser expuesta al calor.
La pasión de Antonio Rojas por su trabajo es evidente. Atiende a sus clientes de lunes a domingo, de 9 de la mañana a 7:30 de la noche, incluso en su cumpleaños. Para él, es un placer compartir sus conocimientos sobre el mundo de las abejas y su crucial importancia para la supervivencia humana. Como él mismo afirma, la desaparición de las abejas pondría a la vida humana al borde de la extinción, ya que se detendría la producción de alimentos en un 50%.
En su local, además de miel pura en diversas presentaciones, los clientes pueden encontrar otros derivados medicinales como expectorantes naturales a base de sábila, berro, propóleo y jalea real. Con el tiempo, ha acumulado un vasto conocimiento que planea plasmar en un libro sobre medicina natural, y actualmente trabaja en un proyecto para la pulverización de plantas medicinales, garantizando un uso seguro y eficaz.
Antonio José Rojas no solo vende productos, sino que también ofrece un aporte de valor incalculable, brindando a sus clientes recomendaciones orientativas avaladas por la Organización Mundial de la Salud, lo que demuestra su compromiso con el bienestar y la salud de su comunidad.


