Adolescentes: No atender el celular no es desinterés, es una nueva forma de comunicación

¿Por qué los adolescentes, con el móvil siempre en mano, no responden llamadas, pero sí mensajes? Expertos coinciden en que no es un signo de introversión o desconexión, sino una adaptación a los nuevos códigos de comunicación digital. Esta tendencia, cada vez más visible, requiere que los adultos ajusten sus expectativas para mantener una conversación fluida con ellos.

Un estudio de TBS-Education Barcelona, «Móviles en España 2025», revela que el 96% de los adolescentes de 15 años en España ya posee un teléfono móvil, confirmando su plena integración en la vida diaria de los jóvenes. Sin embargo, como señala la psicóloga Carmen Durán, los adolescentes han aprendido a comunicarse de forma diferente. No es que no quieran hablar, sino que prefieren la inmediatez y la posibilidad de procesar sus respuestas que ofrecen los mensajes y las redes sociales.

La Llamada: Invasiva y sin Filtro para las Nuevas Generaciones

Para Luis Miguel Real, psicólogo experto en adicciones, las llamadas no pactadas resultan «incómodas, invasivas y casi violentas» para esta generación. Acostumbrados a la comunicación escrita que permite pensar antes de responder, las llamadas los exponen a una improvisación que no les agrada. Padres y educadores, como Mercedes Gil, directora de Montessori British School Murcia, observan que esta preferencia por la interacción digital puede reflejar una adaptación y, en algunos casos, un rasgo más introvertido que valora el pensamiento profundo y la escucha activa.

Adaptación y Comunicación Efectiva

Expertos sugieren que, en lugar de buscar problemas, los adultos deben escuchar el «idioma» de los adolescentes y adaptarse. Si un hijo contesta WhatsApp pero no llamadas, lo ideal es usar ese canal. Real aconseja, si una llamada es necesaria, avisar previamente por mensaje y, para enseñar a usar el teléfono, hacerlo de forma gradual y sin imposiciones. El móvil es su «ventana al mundo», pero, según los jóvenes, «mejor en modo silencio». La clave es comprender y adaptarse a esta evolución en la comunicación para fortalecer los vínculos familiares.

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